El tratamiento con ortodoncia ha ganado popularidad en los últimos años. Cada vez son más las personas que apuestan por sus resultados y recurren a ella para mejorar, no solo la estética, sino también la funcionalidad de su boca. A pesar de la creencia generalizada, estos tratamientos no se utilizan únicamente para mejorar nuestra imagen, sino que aportan numerosos beneficios para la salud oral.
Por un lado, tener los dientes correctamente alineados permite una mejor higiene de los espacios interdentales. Esto facilita la eliminación de placa bacteriana, de manera que ayuda a prevenir la aparición de caries y enfermedades periodontales.
Por otro lado, la ortodoncia mejora la oclusión de los dientes de arriba respecto a los de abajo y consigue que estos encajen correctamente. Esto es fundamental para que las fuerzas de la masticación se repartan de forma equitativa a lo largo de toda la boca y que no haya sobrecargas en determinados dientes.
Y, por supuesto, tener los dientes rectos mejora la apariencia de la boca y aporta a la sonrisa un aspecto más armónico, lo que afecta directamente a la seguridad que tenemos en nosotros mismos.
Hoy te explicamos en qué consiste el tratamiento de ortodoncia y qué tipo de aparatos te ofrecemos en Clínica Artem Dental. Si estás buscando los mejores ortodoncistas en Madrid, nuestra especialista en ortodoncia y odontopediatría, la Doctora Teresa Alvear Campuzano, cuenta con gran experiencia en este sector y trabaja con las técnicas más actuales.
¿Qué es exactamente la ortodoncia?
La ortodoncia es la especialidad dentro de la Odontología que se encarga del estudio, prevención, diagnóstico y tratamiento de las anomalías en la posición y relación de los dientes, así como de las estructuras que los soportan.
Se coloca con el fin de corregir estas malposiciones, lo que se consigue gracias a sistemas que aplican fuerzas controladas sobre los dientes. El tratamiento con ortodoncia se puede empezar a cualquier edad, siempre y cuando la boca se encuentre en salud.
¿Qué tipo de ortodoncia trabajamos en nuestra clínica?
Utilizamos una gran variedad de sistemas, desde los más tradicionales a los más innovadores. En adultos empleamos principalmente: ortodoncia invisible con alineadores, ortodoncia lingual, brackets (de metal, de zafiro y tipo Damon). Para los niños que todavía se encuentren en edad de crecimiento, el tratamiento de elección es la ortodoncia interceptiva.
– Ortodoncia invisible mediante alineadores:
Probablemente hayas oído hablar de este sistema tan novedoso que está ganando terreno, ya que recientemente han surgido multitud de marcas que trabajan con alienadores. Pese a este abanico de opciones, el mejor del mercado sigue siendo el Invisalign, que por supuesto te ofrecemos en la clínica.
Consiste en una serie de férulas que se recambian a medida que avanza el tratamiento, normalmente cada 7-10 días. Los alineadores son removibles, es decir, se pueden quitar y poner, pero lo ideal es retirarlos únicamente durante las comidas para que consigan completar los movimientos deseados. Este sistema tiene el condicionante de que requiere un gran compromiso por parte del paciente, que ha de ser muy riguroso y debe llevarlos puestos la mayor parte del día.
Los alineadores están hechos a medida de la boca del paciente, son transparentes y su grosor es mínimo, de manera que no interfieren en la estética ni en la fonética. Resultan imperceptibles y únicamente se ven en distancias cortas.
Otra de las ventajas más destacables del Invisalign, es que trabaja con una tecnología capaz de simular los resultados conseguidos con la ortodoncia antes de empezar. De esta manera, los pacientes pueden visualizar los cambios y movimientos que experimentan sus dientes y ver cómo quedan al final del tratamiento. Además, mantener una higiene correcta es muy fácil con los alienadores, ya que se pueden limpiar fácilmente fuera de la boca.
– Ortodoncia lingual:
Se trata del sistema más estético que existe actualmente, ya que se coloca en la parte de detrás de los dientes y queda totalmente oculto. Por ello, la decisión de optar por los brackets linguales depende principalmente de la importancia que dé el paciente a la estética durante el tratamiento.
En contrapartida, es necesario advertir que este tipo de ortodoncia requiere un periodo de adaptación un poco más largo, debido a la dificultad y molestias para hablar y comer. Además, la higiene ha de ser incluso más rigurosa que con otros métodos, ya que se colocan en una zona donde el acceso con el cepillo resulta complicado.
– Brackets metálicos:
Son los brackets tradicionales, que se colocan en la parte visible de los dientes. Llevan ligaduras y gomas, por lo que esta aparatología no es tan estética, pero resulta muy cómoda. Muchas personas escogen este método porque se adapta mejor a su estilo de vida y a sus hábitos, sobre todo quienes no son muy constantes.
Con este sistema no tienen que estar tan pendientes del tratamiento en comparación con quienes utilizan aparatos removibles. Pese a esto, es igual de importante acudir a las revisiones correspondientes y seguir las indicaciones pautadas por la ortodoncista.
– Brackets de zafiro:
Es otra alternativa que resulta muy discreta, ya que emplea elementos de color transparente. A diferencia de la ortodoncia lingual y los alineadores, no es un sistema que pase totalmente desapercibido, porque se coloca en la cara frontal de los dientes. Es importante diferenciarlos de otros brackets del mercado hechos con cerámica y porcelana, que dicen ser estéticos pero con el tiempo y la comida, se terminan tiñendo. En cuanto a su funcionamiento, es similar al de los brackets metálicos que hemos mencionado anteriormente.
– Brackets tipo Damon:
Carecen de ligaduras que sujeten el alambre al interior del bracket, con lo que se reduce la fricción y permiten el movimiento del diente hacia su posición correcta en un tiempo más rápido y de una forma más cómoda. Es muy similar a los brackets metálicos, tanto en aspecto estético como económico.
– Ortodoncia interceptiva:
Los tratamientos de los que hemos hablado, se emplean principalmente en adultos y reciben el nombre de ortodoncia correctiva. Por otro lado, tenemos la llamada ortodoncia interceptiva y ortopedia infantil, que está dirigida a prevenir y tratar maloclusiones en niños. Esto se consigue a través de movimientos graduales que actúan sobre los dientes y sobre los huesos (maxilar y mandibular) para guiarlos a su posición correcta.
Resulta más fácil actuar sobre el crecimiento óseo cuando este se encuentra activo, por lo que el objetivo de este tipo de ortodoncia es corregir problemas a edades tempranas, antes de que se complete el crecimiento, para así evitar otros peores en el futuro.
Algunas señales de que tu hijo puede necesitar ortodoncia interceptiva son: dificultad para morder y masticar, que respire por la boca en vez de por la nariz, o la dificultad para pronunciar ciertos sonidos.
Al igual que en los adultos, los aparatos que se utilizan pueden ser fijos o removibles. La mayoría de ellos son placas de pequeño tamaño que se colocan dentro de la boca, pero si existe un problema esquelético de mayor alcance, puede ser necesario utilizar ortopedia y aparatos extraorales.
Respecto a esto, es importante puntualizar que la mayoría de los niños que necesitan una primera fase de ortodoncia interceptiva, también necesitarán ortodoncia convencional más adelante, una vez que hayan alcanzado la madurez. Esto se debe a que la ortodoncia interceptiva se realiza antes de que salgan todos los dientes permanentes.
¿Qué tipo de ortodoncia es mejor en mi caso?
Como has podido comprobar, cada sistema presenta sus ventajas e inconvenientes, pero tienen algo en común: trabajan con gran precisión y obtienen resultados exitosos. Por tanto, la elección del tipo de ortodoncia dependerá, por un lado, de la complejidad del caso a abordar, y por otro lado, de las prioridades del paciente, ya que varían notablemente en estética, precio y comodidad.
Después de llevar a cabo un estudio de ortodoncia completo, nuestra especialista te explicará las diferentes alternativas de las que dispones, los pasos a seguir, así como los objetivos que perseguimos con el tratamiento. Los tiempos del mismo dependerán del grado de severidad de las malposiciones y de las correcciones que sean necesarias, y con este estudio también podremos calcular su duración estimada.
Es importante recalcar la importancia de la retención. Una vez terminado el tratamiento de ortodoncia, sea cual sea, es imprescindible utilizar sistemas adicionales para conseguir que los dientes se mantengan en su nueva posición.
Elige al mejor equipo de especialistas en odontología en Madrid:
Si hay algún detalle de tu sonrisa que te gustaría mejorar, es muy probable que la ortodoncia te ayude a conseguirlo. Como comentábamos al principio, la ortodoncia también mejora la oclusión dental, por lo que si notas molestias en los músculos de la cara y en la articulación de la mandíbula, este tratamiento puede ser la solución a tus problemas.
Anímate a empezar tu tratamiento en una de las mejores clínicas dentales en Madrid y pide cita con nuestra especialista para que valoremos tu caso.