Tipos de enfermedades periodontales: gingivitis y periodontitis

Hoy te hablaremos de las dos enfermedades más comunes de las encías: la gingivitis y la periodontitis. Te explicaremos cómo se originan y en qué consiste cada una de ellas, así como sus diferencias y el tratamiento indicado en cada caso.

¿Qué son las enfermedades periodontales?

Junto con las caries, son las enfermedades de la boca más prevalentes en los pacientes que acuden a nuestra clínica. Se trata de aquellas patologías que afectan al periodonto, formado por los tejidos que cubren, protegen y sirven de soporte a los dientes.

Según la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), la gingivitis y la periodontitis se encuentran entre las enfermedades más comunes sufridas por la población de este país, con una prevalencia del 56% y del 38%, respectivamente, en la población adulta. En definitiva, más de la mitad de nuestra población adulta padece gingivitis y una de cada tres, periodontitis.

¿Por qué se producen las enfermedades periodontales?

Lo primero que tienes que entender para evitar estas enfermedades es cómo se originan. Su causa principal es el acúmulo de placa sobre la superficie de los dientes. Esta placa es una sustancia blanda compuesta por restos de saliva, comida y bacterias que tiende a acumularse en el borde de la encía y en la superficie de contacto de los dientes. Si no llevamos a cabo una higiene correcta, no conseguiremos eliminar eficazmente esta placa y el resultado será el desequilibrio de las bacterias que habitan en la boca y la inflamación de las encías.

No obstante, también existen situaciones o hábitos que pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades periodontales. Algunos de ellos actúan de forma sistémica, como por ejemplo el consumo e tabaco, la ingesta de determinados medicamentos, ciertas enfermedades o el embarazo. Otros factores predisponentes actúan de forma local impidiendo la higiene, como por ejemplo no tener los dientes alineados, o tener aparatos fijos si no se lleva a cabo una higiene meticulosa.

Si has percibido sangrado espontáneo al cepillarte los dientes, puede que sufras alguna de estas enfermedades, aunque también es posible que las padezcas y no hayas notado que te sangren las encías. Esto es muy común en personas que fuman, ya que el tabaco muchas veces inhibe el sangrado.

¿Cuáles son las diferencias entre gingivitis y periodontitis?

La gingivitis y la periodontitis son dos enfermedades periodontales que se diferencian principalmente en lo avanzada que esté la patología y en su carácter reversible o irreversible.

  • Gingivitis: 

La gingivitis es la patología más habitual que puede sufrir el tejido que da soporte a los dientes. Provoca inflamación y enrojecimiento de las encías, por lo que es fácil apreciarla a simple vista y su diagnóstico resulta sencillo en la mayoría de los casos. Lo más importante que debes saber de la gingivitis es que se trata de una condición reversible. Por ello, detectarla de forma precoz es imprescindible para evitar que progrese a periodontitis.

  • Periodontitis:

La periodontitis se produce como consecuencia de una gingivitis que no se ha tratado correctamente. Se caracteriza por la presencia de bolsas periodontales como consecuencia de la inflamación, asociada a destrucción de los tejidos de soporte de los dientes lo que en estadios avanzados puede provocar su retracción hasta exponer la raíz y causar movilidad e incluso pérdida dentaria.

Los síntomas de la periodontitis son parecidos a los de la gingivitis pero más acusados. Otras manifestaciones de esta enfermedad son la sensibilidad dental, mal aliento, mal sabor de boca y dolor en las encías.

Por otro lado, es importante que sepas que esta enfermedad no afecta por igual a todas las personas ya que se manifiesta de maneras muy diferentes. El tipo de periodontitis depende de su gravedad y complejidad a la hora de tratarla. Asimismo, la edad del paciente y el grado de destrucción de los tejidos, determinan el riesgo de que la enfermedad progrese, así como los resultados que podemos obtener con el tratamiento.

¿Cómo podemos tratar estas enfermedades?

  • Tratamiento de la gingivitis:

Como ves, estas enfermedades están directamente relacionadas con la higiene oral. Si no conseguimos eliminar eficazmente la placa bacteriana, con el paso del tiempo se solidifica y se convierte en cálculo, lo que se conoce comúnmente como «sarro».

El control de la placa bacteriana debe realizarse desde casa mediante la higiene oral diaria, que consiste en una técnica correcta de cepillado y control de la placa a nivel interdental. No obstante, una vez se ha formado el cálculo, este no puede eliminarse desde casa, por lo que es necesario un tratamiento en la consulta que consiste en una profilaxis, lo que probablemente conozcas como «limpieza dental».

  • Tratamiento de la periodontitis:

Las enfermedades periodontales son muy variadas tienen diferentes grados de severidad. Por este motivo, el tratamiento varía en función de cada paciente y sus necesidades. En términos generales, el tratamiento indicado para frenar la progresión de esta patología es un tratamiento periodontal por parte de nuestro especialista. Este tratamiento consta de diferentes fases que te explicaremos a continuación.

El primer paso consiste en una exploración completa para determinar si padeces una enfermedad periodontal, y de ser así, el alcance de esta. Para realizar el diagnóstico serán necesarios una serie de registros: una medición inicial de tus encías con la ayuda de una sonda periodontal, así como la toma de radiografías, fotografías y en ocasiones un análisis microbiológico de las bacterias de tu boca.

Una vez detectado el problema, intentaremos controlar los factores predisponentes de la enfermedad. Para el siguiente paso, combinaremos el tratamiento mecánico y químico. Llevaremos a cabo un raspado y alisado radicular, que consiste en limpiar la superficie de las raíces de los dientes con el objetivo de desestructurarlo el cálculo y suprimir los elementos que favorecen su formación. Este tratamiento se realiza bajo anestesia local para que el paciente no sienta molestias. A continuación, lo complementamos con medidas antisépticas mediante enjuagues en la clínica y en el domicilio.

Al cabo de cinco semanas te citaremos para volver a realizar las mediciones de las encías y de esta manera valorar cómo estás respondiendo al tratamiento. Muchas veces, el tratamiento básico es capaz de detener la enfermedad, por lo que si conseguimos este objetivo, serán necesarias visitas de revisión al menos dos veces al año. Sin embargo, el tratamiento básico tiene algunas limitaciones, por lo que a veces son necesarios otros procedimientos para frenar la enfermedad. En estos casos se recurre a una cirugía para acceder directamente a la zona del problema y limpiar en profundidad, y a los injertos de hueso y tejido blando para intentar recuperar lo que se ha perdido.

Una vez conseguimos estabilizar la enfermedad periodontal, es imprescindible que acudas periódicamente a las revisiones pautadas para descartar repuntes de la enfermedad y poder controlarla a largo plazo.

El Doctor Ángel López Carpintero, nuestro periodoncista e implantólogo, cuenta con una dilatada experiencia y se encargará de devolverle la salud, función y estética a tus encías. Recuerda que la gingivitis es reversible y mucho más sencilla de tratar, en cambio, la periodontitis  es irreversible, por lo que si notas alguno de los síntomas que hemos comentado, es importante que vengas cuanto antes a visitarnos.